Cuéntame

Cuéntame la historia de como llegué al mundo. Lo aprendí de ti, cuando me hablaste de cuando tu llegaste. Esa historia de como se calentó el mundo, luego se expandió el pensamiento y después hubo un cielo claro, envuelto en nubes de arcoiris; nubes llenas de cristales como los regalos que recibo al respirar.

Cuéntame esa historia de cuando llegué al mundo. Solo tu recuerdas el insomnio de aquel segundo. Se que de aquí no me podré ir, por más que el cansancio me haga resentir. Mi alma infinita revuelta en injusticia, miseria y putrefacción, va a renovarse para dar luz de armonía y resurrección.
Cuéntame esa historia donde viví. Me la traduces tan linda, contándome el final para que yo no miré lo que está en el ahora. Sin la carencia de mis pies, el sufrimiento de mis rodillas, el menoscabo de mis manos y la imbecilidad de mi cabeza. Callado sentir de un pueblo que solo responde a la victoria definitiva.
Cuéntame la historia de cuando existió el mundo, que fue cuando yo llegué aquí. Esa historia «del tal cual para el por sí», de como sople el viento y como rocie los sueños. Ahí donde memorice en la vida y la esparcí como dolor en la rima.
Cuéntame esa historia, que no recuerdo aquí, y que yo una vez te compartí. Esa historia que me cuentas de mi, que sabes que a ellos, les debo transmitir.

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